Abrí nuevamente la puerta
(juré ilusamente no volver a buscar la llave)
y ahora mi sangre bulle,
y ahora no puedo dormir.
Hasta llegar a la luna, nena,
hasta astillarnos los ojos
como antes,
con la carga en la garganta
con la amarga carga en la sien.
Sin revanchas, nuestra historia
continúa su camino:
esperé en vano otra lluvia
que secó mis raíces
en su ambigua incertidumbre.
Ya estoy listo, ya no espero,
fue todo un año, y mucho tiempo,
y ahora mi sangre bulle
(ahora mi sangre grita nuevamente)
y no pararemos,
no dejaremos que nos frene otra ilusión:
hasta llegar a la luna, nena,
hasta astillarnos los ojos
como antes,
con la carga en la garganta
con la amarga carga en la sien.
14/11/96 - Foz do Iguaçú
Integrantes (en orden alfabético)
Marcelo Cabral (mjcrockk)
Esteban Cid (Un Blog de Variedades)
Martín Estévez (Martinshoo)
Paula Letizia (Paulita)
Esteban Cid (Un Blog de Variedades)
Martín Estévez (Martinshoo)
Paula Letizia (Paulita)
miércoles, 21 de noviembre de 2007
viernes, 16 de noviembre de 2007
"Verte y morir"
Amarga soledad que me acompaña,
que se torna indiferente,
ante la mirada hostil de la melancolía.
Pero no se marcha, es mía,
sólo mía...
Propone calamidades que son recuerdos entre mis manos,
reverbera las aflicciones que me convierten en un esclavo.
Esclavo de las penas que se asilan en mi alma,
perpetuo de la nostalgia,
que torna lágrima cada letra de tu nombre.
Lujuria sin caricias, sin contacto.
Son besos oxidados que mi boca resguarda a tu regreso...
Certezas convertidas en mi dudas,
que se plasman en negros versos.
Y es nuevamente así...
Es verte y morir.
Talvez porque tus ojos ya no me miran,
o porque se reflejan en otros y me esquivan a mí.
Desahuciada la sonrisa que no logra ser sonrisa,
mas sólo logra ser la mueca
que fue robada por un brisa.
Que se hizo amiga de alguna nubes,
mas sin tus labios quedo sin vida.
Amarga soledad que me acompaña.
Que hoy es más que mi compañera,
hoy es la dueña de la verdad.
Que hoy no comparte más que el vacío,
ese vacío que permanece inerte a un costado de mi vida.
Y es nuevamente así...
Es verte y morir...
Es no entender porque me faltas
y al mismo tiempo saberlo todo.
Es ignorar la dirección de tus palabras,
para encontralas luego con mis sonidos, con mis letras,
con todo lo que era mío.
Es verte y morir...
O quizá ni siquiera eso.
porque morir sería aplacar el dolor que me tortura.
Sería acabar con el flagelo de tus susurros,
cadenas que me atan a la memoria.
Es verte y verme al mismo tiempo...
Es ver morir el pétalo que ayer fue el dueño de tu sí.
Es verme sin un camino, perdiendo el rumbo,
perdiendolo todo...
Es verte y saber que ya no me miras...
Es verte y no existir...
Es sólo verte por un instante...
Es sólo verte,
y sin tí morir.
que se torna indiferente,
ante la mirada hostil de la melancolía.
Pero no se marcha, es mía,
sólo mía...
Propone calamidades que son recuerdos entre mis manos,
reverbera las aflicciones que me convierten en un esclavo.
Esclavo de las penas que se asilan en mi alma,
perpetuo de la nostalgia,
que torna lágrima cada letra de tu nombre.
Lujuria sin caricias, sin contacto.
Son besos oxidados que mi boca resguarda a tu regreso...
Certezas convertidas en mi dudas,
que se plasman en negros versos.
Y es nuevamente así...
Es verte y morir.
Talvez porque tus ojos ya no me miran,
o porque se reflejan en otros y me esquivan a mí.
Desahuciada la sonrisa que no logra ser sonrisa,
mas sólo logra ser la mueca
que fue robada por un brisa.
Que se hizo amiga de alguna nubes,
mas sin tus labios quedo sin vida.
Amarga soledad que me acompaña.
Que hoy es más que mi compañera,
hoy es la dueña de la verdad.
Que hoy no comparte más que el vacío,
ese vacío que permanece inerte a un costado de mi vida.
Y es nuevamente así...
Es verte y morir...
Es no entender porque me faltas
y al mismo tiempo saberlo todo.
Es ignorar la dirección de tus palabras,
para encontralas luego con mis sonidos, con mis letras,
con todo lo que era mío.
Es verte y morir...
O quizá ni siquiera eso.
porque morir sería aplacar el dolor que me tortura.
Sería acabar con el flagelo de tus susurros,
cadenas que me atan a la memoria.
Es verte y verme al mismo tiempo...
Es ver morir el pétalo que ayer fue el dueño de tu sí.
Es verme sin un camino, perdiendo el rumbo,
perdiendolo todo...
Es verte y saber que ya no me miras...
Es verte y no existir...
Es sólo verte por un instante...
Es sólo verte,
y sin tí morir.
martes, 13 de noviembre de 2007
Uno en un millón
Uno en un millón.
A veces, sucede.
Dicen.
Y cuando uno es uno,
cuando las estadísticas no alcanzan
y uno nuevamente
entra en el círculo de la vida,
y se empapa de momentos
que luego desaparecen,
porque así es la vida –dicen–
y uno, entonces, regresa,
uno comprende que fue sólo una noche,
que allí sigue la vida, y uno, con suerte, la mira.
12/11/07
A veces, sucede.
Dicen.
Y cuando uno es uno,
cuando las estadísticas no alcanzan
y uno nuevamente
entra en el círculo de la vida,
y se empapa de momentos
que luego desaparecen,
porque así es la vida –dicen–
y uno, entonces, regresa,
uno comprende que fue sólo una noche,
que allí sigue la vida, y uno, con suerte, la mira.
12/11/07
lunes, 12 de noviembre de 2007
sábado, 10 de noviembre de 2007
Aquella tarde (una confusión real)
Aquella tarde dije demasiado,
desde aquella tarde seremos dos extraños.
Escribí un triste final y destruí lo que había quedado.
Aquella tarde, entre tanto, entendí mucho
soy la sombra triste de un corazon en pedazos
soy los deshechos de un alma en pena,
solo alejate de mi, siento que aun te escucho...
Cuando tu sombra pasea por aquí,
cuando permaneces en silencio...
cuando miras sin entender, entre llantos pregunto...
...Que has hecho de mí?
Hoy comprendo horizontes diferentes,
el tuyo, el mío, el de ninguno de los dos
para alejarme de este mundo,
para acercarme a vos...
Hoy dejame solo un instante de tu vida...
para contemplarte,
para escucharte,
para extrañarte.
Tan solo niño indiferente... para olvidarte.
desde aquella tarde seremos dos extraños.
Escribí un triste final y destruí lo que había quedado.
Aquella tarde, entre tanto, entendí mucho
soy la sombra triste de un corazon en pedazos
soy los deshechos de un alma en pena,
solo alejate de mi, siento que aun te escucho...
Cuando tu sombra pasea por aquí,
cuando permaneces en silencio...
cuando miras sin entender, entre llantos pregunto...
...Que has hecho de mí?
Hoy comprendo horizontes diferentes,
el tuyo, el mío, el de ninguno de los dos
para alejarme de este mundo,
para acercarme a vos...
Hoy dejame solo un instante de tu vida...
para contemplarte,
para escucharte,
para extrañarte.
Tan solo niño indiferente... para olvidarte.
lunes, 5 de noviembre de 2007
"Solía verte"
Solía verte en el abril de las poesías,
eras el pecado y el secreto,
el sustento de los besos,
después tu mirada se transformaba en su esencia,
en la perla no buscada
que desespera en el quiebre de las almas.
Solías ser el hechizo inentendible,
el capricho de las penas
que volaba con mis alas negras
sobre el origen de tu llanto azul,
aquel que nunca cayó sobre mí.
El tiempo destroza al verso ciego de amor
mas aún describen las palabras
que eres la rosa y sus espinas
incrustadas en mi pecho,
eres el precipicio ya caído
y la piel transparente de dolor.
Gritaste en los oídos sordos
y se convierte el poema en el último llanto,
lloraste por correr a mas no poder
y volaste sin alas hasta el tenue perfume
que incinera mi cuerpo diez segundos antes de soñar.
La melodía y la angustia tan sólo anuncian
que quizá sea el momento de ver caer la fotografía
del sueño triste que desespera la noche,
pero el dulce azul continúa en sus mares rojos
pues aún eres la bailarina de ensueño,
la princesa y la magia,
la piedra invisible en el mar sin su dueño,
aún suelo verte en tu ausencia
porque eres el veneno que me ata sin matarme
y que conforma la herida que todavía no sueño.
Marcelo J. Cabral
eras el pecado y el secreto,
el sustento de los besos,
después tu mirada se transformaba en su esencia,
en la perla no buscada
que desespera en el quiebre de las almas.
Solías ser el hechizo inentendible,
el capricho de las penas
que volaba con mis alas negras
sobre el origen de tu llanto azul,
aquel que nunca cayó sobre mí.
El tiempo destroza al verso ciego de amor
mas aún describen las palabras
que eres la rosa y sus espinas
incrustadas en mi pecho,
eres el precipicio ya caído
y la piel transparente de dolor.
Gritaste en los oídos sordos
y se convierte el poema en el último llanto,
lloraste por correr a mas no poder
y volaste sin alas hasta el tenue perfume
que incinera mi cuerpo diez segundos antes de soñar.
La melodía y la angustia tan sólo anuncian
que quizá sea el momento de ver caer la fotografía
del sueño triste que desespera la noche,
pero el dulce azul continúa en sus mares rojos
pues aún eres la bailarina de ensueño,
la princesa y la magia,
la piedra invisible en el mar sin su dueño,
aún suelo verte en tu ausencia
porque eres el veneno que me ata sin matarme
y que conforma la herida que todavía no sueño.
Marcelo J. Cabral
sábado, 3 de noviembre de 2007
¿Con qué amor he de encontrarte...?
¿Con qué amor he de encontrarte
en esta tarde de lluvia?
Construyo con la nada los cimientos de la dicha
apurando ilusiones que anhelan derrumbarse.
Tu sonrisa, el modo de mirar a veces el silencio.
Y no quiero tener tiempo.
No quiero remover de las cenizas
esas noches que fogonearon sufrimientos.
Con mis pocas fuerzas, con la débil rutina de mis fuerzas,
tejo y destejo el futuro que se aleja.
en esta tarde de lluvia?
Construyo con la nada los cimientos de la dicha
apurando ilusiones que anhelan derrumbarse.
Tu sonrisa, el modo de mirar a veces el silencio.
Sé que falta algo, sé que falta mucho para descu-
brir en vos esos rayos de luz que atraviesan las
murallas y confunden en un instante los sentidos.
brir en vos esos rayos de luz que atraviesan las
murallas y confunden en un instante los sentidos.
Y no quiero tener tiempo.
No quiero remover de las cenizas
esas noches que fogonearon sufrimientos.
Con mis pocas fuerzas, con la débil rutina de mis fuerzas,
tejo y destejo el futuro que se aleja.
7/11/04
"Ciudad de endebles corazones"
...Y ante mis ojos aparece, resurgiendo
sobre miles de estertores.
Como latidos que renuevan la esperanza,
emulando al angel de la desdicha.
Ciudad de endebles corazones...
Cruda realidad que crea olvido, refulgente,
plena, en lo más intimo del alma.
Resucitando estoy, pero no logro despertar.
Quizá porque nunca morí,
sino porque sigo aquí con el ánima tan débil...
Tan débil...
Tan sólo porque no ocupo espacio alguno,
y perdidos, mis pasos, redundan en las huellas,
oscuras marcas de mi memoria.
Anhelos expresados por voces silenciadas,
hechas silencio por nosotros, aquí...
En la ciudad de endebles corazones...
Manantial de lagrimas, que rencorosas,
ahogan el deséo mas profundo.
Paraíso de canciones que resuenan temblorosas,
ante el insensato rostro de la melancolía....
Y nosotros aún aquí...
Como aguardando esa reacción soñada,
que despojada de pensamiento, hoy,
no es mas que el aire que te acorrala.
Que difícil se torna sentir, poesía mía...
Que difícil...
No hay palabras que contenten corazones,
sólo murmullos que permanecen sin destino...
Sólo pendientes de algún oído,
que no las deje ser parte de las cosas que no son.
Pero...
Nosotros aún aquí...
Míranos...
En la ciudad de endebles corazones.
M4R7!NSHoOoO
sobre miles de estertores.
Como latidos que renuevan la esperanza,
emulando al angel de la desdicha.
Ciudad de endebles corazones...
Cruda realidad que crea olvido, refulgente,
plena, en lo más intimo del alma.
Resucitando estoy, pero no logro despertar.
Quizá porque nunca morí,
sino porque sigo aquí con el ánima tan débil...
Tan débil...
Tan sólo porque no ocupo espacio alguno,
y perdidos, mis pasos, redundan en las huellas,
oscuras marcas de mi memoria.
Anhelos expresados por voces silenciadas,
hechas silencio por nosotros, aquí...
En la ciudad de endebles corazones...
Manantial de lagrimas, que rencorosas,
ahogan el deséo mas profundo.
Paraíso de canciones que resuenan temblorosas,
ante el insensato rostro de la melancolía....
Y nosotros aún aquí...
Como aguardando esa reacción soñada,
que despojada de pensamiento, hoy,
no es mas que el aire que te acorrala.
Que difícil se torna sentir, poesía mía...
Que difícil...
No hay palabras que contenten corazones,
sólo murmullos que permanecen sin destino...
Sólo pendientes de algún oído,
que no las deje ser parte de las cosas que no son.
Pero...
Nosotros aún aquí...
Míranos...
En la ciudad de endebles corazones.
M4R7!NSHoOoO
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